Historias Kangutingo
Nuestra historia nace del gusto por el Arte y la Historia, nos encanta apoyar la cultura de nuestro país y a los artesanos que hacen de éste un lugar multicultural y divertido.
Los temas bíblicos, leyendas, alegorías, mitos, historias de batallas y amor son narraciones de apreciable interés para ser llevados al tejido.
De igual manera en otros continentes ésta paciencia se refleja en los hechos heróicos contados en el Tapiz de Bayeux, cuyo relato cuenta como Eduardo rey de Inglaterra nombra heredero de su trono a Guillermo de Normandía. Para anunciar su voluntad nombra a Harold como emisario, quien debe ir en busca de Guillermo para manifestarle la decisión del rey. El tapiz está bordado a mano sobre una tela de lino, en una extensión de setenta metros por sesenta centímetros de ancho. Se lee como, un libro, de izquierda a derecha, y las escenas principales están a lo largo de una franja amplia en medio de dos franjas angostas, arriba y abajo donde aparecen los oficios de la tierra propios de los meses, -escenas de arado, los cultivos, los animales, las fiestas, la construcción de barcos y la caza-. Cuando se llega a la zona de las batallas los soldados que caen muertos pasan a la franja inferior. Todas las vicisitudes, como los engaños que Harold, le hace a Guillermo están presentes en este Tapiz, elaborado con perseverancia por un grupo de súbditos de la corte, bajo la guía de su esposa.
Tal vez, anterior a este bordado seglar, conocido más con el nombre del tapiz de Bayeux, habían comenzado a incluirse los textiles en los testamentos que luego se legaban a la iglesia. En un inventario realizado en 1476, se sabe que este tapiz decoró la nave principal de la catedral de Bayeux, durante los días de fiestas.
Durante la Edad Media en Europa, especialmente, la sociedad de las cortes aristocráticas son el semilleros donde el gran lujo en la decoración de los muros son la tapicería sin pelo que reflejan el gusto y el poder. Los tapices cubren las paredes, los pisos, las camas, los asientos y las mesas con motivos decorativos complejos. Los motivos, aunque son de gran variedad, van desde temas religiosos, míticos históricos, leyendas, hasta los siglos XVIII tratados bajo la iconología de los símbolos propios de la época medieval. La gente no diferenciaba las obras tanto por el uso al que estaban destinadas, como por la calidad de los materiales utilizados en su realización y la dimensión de los productos terminados, hasta el punto que servían de alfombras los tapices de alto liso.
De las narraciones tal vez singulares en el manejo de las formas todas ellas de carácter simbólico son los tapices realizados entre los siglos XIV y XV. Los más conocidos, gracias a los cuidados y rescates del mal trato, son el “Apocalipsis de Angers”, la “Dama y el Unicornio”, la “Historia de los Santos Piat y Eleuterio”, y la “Ofrenda del corazón”. Todos estos temas narran historias presentadas a manera de series. Series que obedecen a secuencias y tamaños según los espacios de las áreas de los muros donde originalmente estarían colgadas. Los temas y sistemas empleados en la tapicería llegan a tal sofisticación en el tratamiento que incluyen franjas, diseños zigzagueantes, llegando a tener motivos decorativos. Lo peculiar en el tratamiento del tema, se convierten en una temática que no era una producción aislada. Encargos por series y de variados tamaños llegaron a duplicarse, debido a la atracción que las familias pudientes vieron en ellos. Los palacios y casas señoriales adquirían prestigio al estar respaldados por la tapicería, la cual conlleva un factor económico y político en el mundo occidental.
El arte del alto liso fue tan evidente para el occidente como el fresco lo fue para el Renacimiento. La tapicería trataba asuntos profanos, religiosos, históricos y leyendas el tratamiento de símbolos están cargados de significado según la época. Su análisis y comprensión de lectura de la imagen, exige en cada obra un encuentro con la lectura o información del contexto social y cultural de donde surge, además de dedicarse a la deducción del condicionamiento cultural. El sistema para abordar los motivos, dependía del origen o taller donde había sido elaborada la obra. Sin discusión, las historias tratadas se convirtieron en deseos y recreaciones de las familias con poder. Imitar a los dueños de casa que colgaban tapices en sus salas, cámaras y gabinetes fue una buena costumbre que durante varios siglos se mantuvo. Adicionalmente, al creciente interés por mantener su status, con el tiempo la rivalidad entre el tejido de alto liso y la pintura fue evidente.
La acción del trabajo del tejido ha sido utilizada en la literatura para simbolizar las virtudes que se espera posee la mujer, como cualidades de dote propias. Se teje para esperar la muerte después de una decepción amorosa. Se teje para representar la fidelidad.
Tomado de: historias que se tejen